domingo, 26 de septiembre de 2010

Y todo pasó a la hora del té



Como expreso de media noche, como de las mil y una noches, todo pasó a la hora del té,
Una sencilla reunión dos amigos una tetera de porcelana, el mantel de lino bordado las servilletas, todo un ambiente mágico, pasaban 2 horas de la hora, llegaba tarde, deseos de dormir encontrados, en deseos de disfrutar de la compañía, mil temas sobre la mesa.
Y muchas muchas risas, dos chicos de 19 y 18 años respectivamente una araña sobre nuestras cabezas y el milagro, el té, Pakistaní y por favor con una nubecita de leche.

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